Atrás quedó febrero
con sus soles y carnestolendas;
al abrigo de las chimeneas,
junto al invierno
atrás, febrero, quedaste.
A tus nidos vuelven los pretendientes
barruntando ramas y cigüeñas,
que en las alturas la naturaleza sigue
en la nueva vida que se engendra,
blanco sobre negro el pico
acepta en la madurez la espera.
Miradas de cigüeña en los batientes,
domicilio incondicional en la alborada;
aquieta al horizonte tu mirar
de lisonjeros tejados oteadores
de promesas halagüeñas estivales,
pues de camino traes ojival
nuevo pico en las entrañas
inmaculado y batiente plumaje.
© José Luis
con sus soles y carnestolendas;
al abrigo de las chimeneas,
junto al invierno
atrás, febrero, quedaste.
A tus nidos vuelven los pretendientes
barruntando ramas y cigüeñas,
que en las alturas la naturaleza sigue
en la nueva vida que se engendra,
blanco sobre negro el pico
acepta en la madurez la espera.
Miradas de cigüeña en los batientes,
domicilio incondicional en la alborada;
aquieta al horizonte tu mirar
de lisonjeros tejados oteadores
de promesas halagüeñas estivales,
pues de camino traes ojival
nuevo pico en las entrañas
inmaculado y batiente plumaje.
© José Luis
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