viernes, 31 de marzo de 2023

Rumbo a la noche final de marzo


Rumbo a la noche final de marzo
me incita la necesidad de escribir
de poner lo que me brote en letras
porque se extinguen las jornadas
y pareciera
que la vida se escurre entre los ciclos
y las horas desocupadas.
   
Quisiera sobrevolar la órbita terrestre
ver los juegos de luces de las ciudades,
el fluir de otras vidas tras los cristales,
cómo necesariamente pasean a los perros
o el deambular de quien no sabe su destino.
   
La noche acelera el ritmo del espíritu;
es el momento del día de evadirse,
de discurrir entre los motivos de un sueño
y de la innegable no permanencia de la realidad,
que en algún momento nos tornará lejanos.
   
Al final, como al principio, una mano
distinta a la mano que nos trajo
acariciará nuestras sienes con amor
y en su corazón agolpados los latidos
le revelarán una parte de la esencia:
piezas somos de un incesante devenir.
   
© José Luis

Por miradores, lagares, molino y cascada de Mámoles

Domingo 26 de marzo.

Por las tierras zamoranas de Sayago.

Nos adentramos en los tesoros de Mámoles.

 

Primero nos dirigimos al mirador de la falla de Ribas Altas, salimos desde la Iglesia y vamos por un camino orientado al noroeste, caminando entre los campos de cultivo rodeados por muros de granito (cortinos) y huertos. 

  
Continuamos por una zona de viñedos con un chozo de piedra, hay una señal azul que nos llevará hasta el reborde del cañón de los Arribes del Duero, descendiendo unos metros hasta una roca saliente en el borde del cañón con una caída en vertical de unos 60 metros. Hay que extremar las precauciones, ya que no hay barrera de seguridad y la tierra tiene caída de tobogán si te acercas demasiado. Fuimos por un camino no señalizado y volvimos por el de la marca azul, que es el que recomiendo. 

  
Tenemos que volver sobre nuestros pasos hasta un senderito-atajo con el que iremos bordeando el cañón del Duero, caminando entre encinas, enebros, alguna escoba y retama.
A lo largo del senderito que nos devuelve a Mámoles tendremos varias vistas del Duero, regresando a un punto del camino inicial yendo campo a través. 

  
Dejaremos el pueblo a la izquierda y pasaremos por los restos de una interesante cultura del vino, ligada a las viñas que hay cercanas al Duero; como son el Lagar de las Pizarras (cerrado pero que deja una pequeña vista por un hueco en el lateral izquierdo) y el Lagar del Prado del Señor, donde realizamos un descanso.
Seguiremos las marcas del camino hacia la Cascada Lastra de Aguas Bravas y el Mirador del Testero del Burro. 

   
Tendremos que abrir y cerrar una portezuela para acceder al Puente sobre el arroyo de la Rivera, espectacular con su ensanchamiento, reflejos y construcción. 

  
Unos letreros nos indican el camino empedrado a seguir, en una continua bajada.
Primero nos acercamos a la cascada, con una cuerda alambre de seguridad, desde donde hacemos las fotografías y escuchamos tranquilamente el sonido del arroyo en su caída camino del Duero. 

  
Después nos acercamos al mirador, desde donde vemos de nuevo la cascada en la lejanía y una de las muchas sinuosidades del Duero con sus grandes bloques graníticos limitándolo y siendo lugar de descanso de buitres. 

  
Retornamos por el mismo camino, esta vez en subida, hasta un punto donde escondido hay un pequeño sendero, que tomamos para encaminarnos al Asomadero Los Regatos. Un camino que a veces desaparece y hay que seguir campo a través. Pasamos por un pequeño regato y nos toca subir por prados. Vemos el Cartel arriba entre rocas y nos precipitamos hacia él. Aquí recomiendo no seguir el track y bordearlo por la derecha para no trepar entre rocas. 

  
Tras otro breve descanso subimos campo a través hasta el camino que se ve, que es el GR-14, y caminamos unos metros por él, hasta una desviación a la izquierda, porque queremos seguir el regato que nos lleva al Molino de Serafín, donde tras ver las ruedas metálicas, sus estructura, su interior por un pequeño hueco y el agua que acumula, paramos a comer. 

  
Ya solo nos queda volver al GR-14, para tras pasar por la Fuente el sapo y la Fuente el Pocico, llegaremos a Mámoles entre prados con flores amarilla y muros de piedra. 

   

ÁLBUM DE FOTOS

TRACK  de la ruta en WIKILOC