viernes, 8 de febrero de 2019

Fría mañana de invierno

  
Algunas mañanas
la ventana me mira.
  
Me presenta la posibilidad
de una nueva práctica
en la conquista del tiempo.
  
Esta mañana fría de febrero,
en la que los chopos esconden sus hojas
y el gris del cielo es un extenso manto,
un grupo de urracas en cuadrilla silenciosa
llaman mi atención con su atractiva estampa.
  
Me pongo nervioso,
qué poco duran esos momentos
en los que la captura del instante
es extremadamente fugaz
para retenerlo en la memoria
que nos acompaña siempre.
  
Cuando mi cámara por fin dispara
la huida ha cambiado la fisonomía
y agudizado más esa soledad temprana
que nos lleva a la prisa en la vida...
Abandono la ventana llevándome
ceniciento cielo, renovados brotes
y una pareja de picazas
que me devolvían al invierno.
  
En un nuevo despertar,
intuyendo las golondrinas
volveré a la ventana.
  
© José Luis

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