Etapa del 5 de agosto de 2009, dos en ruta
Hoy sí madrugamos y disfrutamos del amanecer.
No es una etapa larga: unos 23 km.
El camino va por una pista de paisaje agrícola, acequias que riegan los cultivos.
El día presente ligeros bancos de niebla...
... que dan al camino un aspecto mágico.
La naturaleza se hace presente en belleza.
Los girasoles rebosan salud.
Llegamos a Villares de Órbigo, con un sol matizado en tonalidades ocre.
Y a un kilómetro, Santibáñes de Valdeiglesias.
Vuelve el camino de tierra roja y polvo.
Llegaremos hasta una cruz labrada con una serie de figuras,
entre ellas un espantapájaros (perecía un punto de abastecimiento).
El sol me invita a jugar con mi sombra...
... o a imaginarme en otro planeta.
Pero vuelve la vegetación.
Y los campos amarillos, como recién segados.
A lo lejos se ve ya Astorga, desde el crucero de Santo Toribio.
Cruzamos San Justo de la Vega y a pocos kilómetros tenemos Astorga a nuestros pies.
La entrada a Astorga la haremos por la pasarela metálica que salva las vías del tren.
Paseo por la ciudad viendo sus monumentos...
... además de sentarme en una terraza en la Plaza del ayuntamiento, disfrutando de un encantador reposo...
Obligado el paso por el Palacio Episcopal de Gaudí y por la Catedral.
Hay que seguir camino.
Paso por una iglesia con una curiosa entrada, la Iglesia de San Pedro de Rectivía.
Hemos decidido no pernoctar en Astorga sino en un lugar más tranquilo.
En el camino nos encontramos la ermita Ecce Homo, en Valdeviejas.
El camino está bien señalizado.
Llegamos a Murias de Rechivaldo, somos los primeros en el albergue, ducha...
Nos indican un estupendo lugar de comida (cierto) y la tarde muy muy relajada...
Otras imágenes en la retina...
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