Desliza el mar su esparcida espuma
entre los cantos rodados y la arena…
es un sonido sordo, brumoso y penetrante
en las paredes del acantilado,
se oye el susurro de las sombras
que miran el verdemar de la lejanía
y entre los altozanos pedregosos
la figura homínida en su quietud
me invita a contemplar la grandeza
del mar.
© José Luis