domingo, 27 de marzo de 2016

Lagarterana

Fiesta de Corpus
     
  
Reclinas la cabeza en la confusión de la gente
donde el ruido de la mañana son los pasos azorados
y las risas carcomidas de aquel domingo de gala,
el propio cielo atrapa tus colores en su espejo.
 
La multitud rodea las calles que gotean el sonido
embarrado en las palmas y en los ojos de los muros,
las nubes se abren con las notas de esta fiesta
y los altares se recogen entre hilachas de ataujía.
 
Ya los rayos se pronuncian quietos en las sombras
con los ininterrumpidos cantos de alegría,
ya los niños retozan en su ajetreo ajustado
bajo la mirada de las traviesas lentes del peregrino,
bajo la supervisión cautelosa de las manos
que acompasan sus años con bálsamo y cariño.
 
Retengo tu mirada perdida entre mis dedos
mientras alcanzo de tus ojos el horizonte
donde guardas cautelosa la distancia como faro
que ilumina la posesión sagrada de la noche.
 
¡Ah, pensativa y circunspecta lagarterana!
¿Dónde encallaste la viveza de tus ojos
sino que el la infinitud retraída de la mañana
ritualizada, embravecida y amorosa?
 
© José Luis   (18-junio-2009)

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